jueves, 19 de junio de 2008

la piedra en el pozo

La verdad es que hubiera preferido que me escupieran en la cara a recibir un mail como el que recientemente recibí; diablos, el remitente ha de tener un machote o un guión para poder tener la entereza de decir siempre lo mismo… Ahora que visto de buen modo, decir siempre lo mismo no es malo ya que no genera discrepancias, sin embargo no es tan bueno si nuestro diálogo no cambia y persiste inalterable aún después de mucho.
Parece (y espero) que éste no sea el caso.

Después de leer todo, me sentí como un piedra que cae en un pozo oscuro, frío y profundo; todo lo que antes veía ahora lo veo a través del agua: distorsionado, confuso, circulante; como algo que se dejó atrás de golpe, sin avisos ni ceremonias, sin detenimiento y sin gracia.
Si, soy esa piedra, ahora en el fondo del pozo.

El que arrojó esa piedra a lo mejor esperaba escuchar el “ploof!” cuando ésta se impactara con el agua; que pena, hay piedras que simplemente no dan el gusto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mas que una piedra creo que fue como cuando uno suelta la rienda..... espero que el agua no distocione tu ideas, espero que el dolor no opaue la felicidad, deso que el dolor no opoauqe el amor, pero obre todo espero te des cuenta que "el que tiro la piedra mas que tirarla, se vio forzado a soltarla, para que esta pudiera toma perpectiva, ahun cuando mas que una priedra este la viera como la joya mas extraordinaria y unica quela vida le ubiuera podido conceder.